Puertas para adentro

 

Ellas mueren puertas para adentro a manos de personas de confianza.
A manos de personas que sostienen un vínculo con ellas.Personas que les miran a los ojos todos los días. Que comparten un mate, un café, un almuerzo.
Ellas mueren por personas que conocen sus secretos o ese lunar que solo conocen quienes alguna vez nos han visto desnudos. No solamente desnudos de cuerpo, sino desnudos del alma. Desnudos al alba y al anochecer, cuando estamos cansados y volvemos a nuestros hogares; esos refugios de nuestros cuerpos y nuestras corazones.
Por eso cuando leo estos informes que ponen unas cifras a las claras sobre un problema eminentemente social y cultural; como lo es la masacre a que son sometidas las mujeres por el solo hecho de ser mujeres.Presiento que no se dimensiona la magnitud del daño.
No se lee con precisión quirúrgica lo que estos números nos dicen: ellas murieron después de ser cruelmente estafadas.
Estafadas por el amor. Por la confianza desmedida en un príncipe azul que no solamente no era un príncipe azul, sino que no la merecía. Pero no la merecía porque él apenas confía en si mismo. En sus sentimientos, en sus emociones. Entonces como podría confiar en ellas?
Estafadas por la confianza en los vínculos. Una amistad, un parentesco, un vecino. Esos paraguas donde solemos guarecernos cada vez que nos sentimos extraños en un mar de gentes. Pero que para muchas mujeres resulta ser letal y tremendamente destructivo.
Mueren estafadas en su plenitud, cuando comienzan a entender el alcance de la malversación. Aquella cuenta en que fueron poniendo pesito a pesito la poca fe que pudieran heredar del patriarcado, no solo no reporta intereses sino que les devuelve cada día un golpe directamente proporcional a la cantidad de cariño que han depositado.
La promesa de ser liberadas por el amor es una deuda que jamás será saldada. No la saldarán las vivas ni la saldarán las muertas.
A ellas les promete liberarlas y a ellos les promete perpetuidad, patrimonio, estatus.
Entonces que tipo de conversación es esa? Como podemos entablar un vínculo con el otro cuando lo femenino y lo masculino están hablando de cosas diferentes? Cuando ambos están depositando su fe y su confianza en un sistema que los aleja de si mismos?
Por cada muerte de una mujer a manos de un esposo, amigo, padre, hermano, primo.Por cada insulto, abuso o violación; un hombre a muerto en vida desde hace mucho tiempo atrás.
Solo así se puede comprender tanta crueldad y desconexión de la vida.
Solo así se puede observar tanta degradación en algunos hombres como para destruir a otra persona que decidió abrirles su corazón o heredar su confianza en ellos.
Creo que lo que no logramos dimensionar es que esas mujeres comenzaron a morir un poco cada vez desde el día en que nacieron.
O quizás es que no queremos verlo. No queremos ver que hay una porción de la sociedad que nace con una sentencia de muerte a sus espaldas.
Algunas logran evadir esta sentencia y no morir en el intento de vivir. Tienen «la suerte» de apenas ser abusadas el resto de sus vidas. Abordadas en las calles, observadas en el metro, tocadas y violadas en el interior de sus casas.
Hasta cuando vamos discutir sobre la vida si lo que tenemos que discutir es la muerte. El derecho a morir como queramos. Lejos de la violencia y del abuso.
Lejos de la constante tensión provocada por el acecho y el hostigamiento.
Hablemos de muerte y de verdugos.De estos que somos los hombres, nacidos bajo la sombra de la hoz. Potencialmente peligrosos con el correr de los años. Adoctrinados en la guerra de guerrillas a nuestras emociones. Desconectados.
Hablemos de ese contrato donde nosotros apenas somos sicarios de un sistema que tiene su propia inercia. Porque lo mas triste no es ser un verdugo en potencia, un acosador, un abusador. Lo peor de todo es no saberlo.
Lo peor de todo es caminar la vida anestesiado y repetir como un idiota la mueca grotesca que se nos ha enseñado. Con falsas expectativas sobre lo que podamos hacer en base a lo que se espera de nosotros.

Cada paso hacia la meta que se nos ha propuesto como un dogma, es un paso mas lejos de nosotros mismos.Cada paso seguro es un paso perdido.
Y hay una cosa muy clara; nosotros no sabemos los monstruos que somos. No hay espejos en la casa, por lo tanto arduo será el camino del darse cuenta. Algunos lo harán aquí , otros por allá. Lo cierto es que siempre será tarde para las muertes de ahora.Siempre será tarde para las violaciones de ahora y los abusos de ahora.
Morir en el intento deja de ser una frase hecha para los muertos de ahora, para los lastimados de ahora; aquellos a los que les han robado la posibilidad de sentir por sus propios medios.
Por lo tanto es menester apurar el sabernos frágiles, vulnerables y tremendamente violentos.Estos niños que somos están destruyendo vidas propias y ajenas. Y nada va a cambiar si primero no lo hacemos nosotros.

Un verdugo menos siempre será una vida más.

 

https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/3/casi-70-de-las-mujeres-asesinadas-entre-2012-y-2016-fueron-victimas-de-violencia-domestica/

(Fuente: La Diaria)

 

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